Con el cambio del horario de verano al de invierno y con los ocasos adelantados, los anocheceres se han alargado, y mediado el otoño ya advertimos cómo el círculo máximo de la eclíptica se alza y muestra sus constelaciones cada vez a mayor altura según pasan los días, lo que también advertimos cada noche cuando van pasando las horas y se adentra la madrugada.
Tras el crepúsculo podemos ver culminando en la eclíptica la constelación de ACUARIO, en la que, aunque no brillan mucho, destacamos Sadalmelik (Alpha Aqr) y Sadalsuud (Beta Aqr), y debajo de ella nos llamará la atención la brillante Fomalhaut (Alpha PsA), en el PEZ AUSTRAL. Una hora después tendremos que agudizar la vista para ver las tenues estrellas de la constelación de PISCIS. También tras el crepúsculo podemos ver culminando a gran altura la constelación de PEGASO