
La
Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) ha obtenido una imagen de 152
kilómetros de ancho de cráter Gale, mostrando detalles de los últimos
cambios del medio ambiente en el planeta rojo.
Cada capa de roca en
cualquier planeta registra las condiciones locales en el medio ambiente,
en el momento en el que dichas rocas se encontraban en la superficie.
En el cráter Gale, hay cientos de capas expuestas en una longitud de 4
kilómetros, por lo que es una especie de enciclopedia de las condiciones
medioambientales de Marte en esa región durante miles de millones de
años.
En la imagen se aprecian las capas geológocas expuestas en un
montículo en el interior del cráter Gale. El suelo del cráter se
encuentra a la izquierda de la imagen.

"Mirando
a las capas de abajo a arriba, desde la mayor a la menor, se ve una
secuencia de la evolución de las rocas que muestra el resultado de
cambios en las condiciones del medio ambiente a través del tiempo",
explica Ralph Milliken, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA. "Esta
secuencia gruesa de rocas parece estar mostrando diferentes etapas de la
desecación de Marte".
Miliken y sus colegas informan que los
minerales de arcilla, que se forman bajo condiciones muy húmedas, se
concentran en las capas de la parte inferior del cráter Gale. Capas
superiores, contienen minerales de sulfatos - que a menudo son
depositados cuando el agua en el que se disuelven se evapora -, así como
las arcillas. Al avanzar más hacia arriba en las capas, la
concentración de arcillas poco a poco va disminuyendo, mientras que en
la formación más alta no hay evidencia alguna de minerales relacionados
con el agua.

Capas
de roca en la parte superior del montículo presentan un espesor regular
de varios metros, a diferencia del patrón menos regular de las capas en
la parte inferior de la formación. Los sulfatos y los minerales de
arcilla que se han observado en la parte inferior de la formación no han
sido detectadas en la formación superior.
Otras formaciones
similares a Gale se han localizado en la superficie marcina, pero este
cráter es el único en el que se ha encontrado una serie de capas que
contienen pistas geológicas cláramente definidas, desde las rocas más
antiguas, a las rocas más jóvenes. Los resultados sugieren que la
producción inicial de arcilla fue seguida por las condiciones de
producción de sulfatos, y el posterior "secado" del planeta rojo.
"Si
pudiera estar allí, usted vería esta formación de sedimentos marcianos
establecidos en el pasado, una sección estratigráfica que es más del
doble de la altura del Gran Cañón, pero no tan fuerte", dice Bradley
Thomson, de la Universidad Johns Hopkins Laboratorio de Física Aplicada.

Las
capas de rocas expuestas en la parte inferior del montículo presentan
variaciones en el grosor y en el rango entre los tonos claros y oscuros.
Este punto de vista de la formación de capas en la parte baja del
montículo cubre un área de unos 950 metros de ancho. Observaciones del
MRO indican la presencia de sales de sulfato y de minerales de arcilla
en las capas de roca.
Los resultados fueron posibles gracias a los
datos aportados por los tres instrumentos del MRO. Las imágenes de alta
resolución se emplean para crear modelos tridimensionales para así
discernir las diferencias de elevación, con un rango de un metro.
También se ha obtenido información sobre la química de los minerales
dentro del cráter .
"Este trabajo demuestra la sinergia de los
instrumentos de la Mars Reconnaissance Orbiter", añadió Thomson. "No
tendríamos un cuadro tan completo si nos faltara alguno de los
componentes".
El cráter Gale es uno de los cuatro lugares de
desembarque finalistas para el rover Mars Science Laboratory, que está
programado para su lanzamiento en 2011. Todas las locaciones tienen
evidencia de actividad de agua en el pasado, y el nuevo informe
demuestra claramente la importancia de evaluar los sitios potenciales de
aterrizaje para sus méritos científicos en gran detalle antes de la
misión.
Más información en el
enlace.