Los astrónomos han empleado el telescopio Subaru para demostrar que el sistema planetario HAT-P-7, situado a unos 1.040 años luz de la Tierra en la constelación del Cisne, posee al menos dos planetas gigantes y otra estrella compañera de la principal. El descubrimiento de la estrella HAT-P-7B, y de otro planeta HAT-P-7c que orbita más lejos que el retrógrado HAT-P.7b, ofrecen nuevas pistas sobre cómo se pueden formar los planetas retrógrados y cómo pueden mantener esta dinámica orbital.
El equipo de científicos, liderados por el japonés Norio Narita, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, descubrieron en 2008 a HAT-P-7b y constataron que poseía una órbita retrógrada, es decir, el planeta se traslada alrededor de la estrella en la dirección contraria al giro de ésta. Este tipo de planetas no existen en nuestro Sistema Solar, pero se han detectado varios casos en otros sistemas solares. Sin embargo, los científicos todavía desconocen los mecanismos que dan lugar a estos movimientos.
Desde que descubrieron a HAT-P-7b, el equipo de Narita se ha centrado en tratar de dar una explicación a su dinámica. Para ello han empleado las últimas tecnologías de óptica adaptativa instaladas en Subaru.
En 2009 descubrieron la presencia de dos cuerpos más en el sistema planetario, pero hasta 2012 no pudieron confirmar que uno de ellos se trataba de una estrella compañera de HAT-P-7. Y gracias a la técnica de la velocidad radial, pudieron determinar que existía otro planeta gigante orbitando a la estrella principal entre HAT-P-7b y la estrella compañera.