Las erupciones volcánicas y los terremotos son las manifestaciones
actuales de los fenómenos que a lo largo del tiempo han dado a nuestro
planeta su forma y estructura actual.
1) Introducción.
Podríamos comenzar nuestra historia en el principio del Universo
conocido. El Big Bang se produjo aproximadamente hace 13,8 mil millones
de años. El Big Bang constituye el momento en que de la "nada" emerge
toda la materia, es decir, el origen del Universo. La materia, hasta ese
momento, es un punto de densidad infinita, que en un instante dado
"explota" generando la expansión de la materia en todas las direcciones y
creando lo que conocemos como nuestro Universo. A medida que
transcurría el tiempo, la materia se enfriaba y comenzaron a formarse
tipos de átomos más diversos que finalmente se condensaron en las
estrellas y galaxias de nuestro Universo actual.
Menos de un millón de años después del Big Bang, nacieron las primeras
pequeñas galaxias, compuestas por nubes de hidrógeno, estrellas y
materia oscura. La gravedad las juntó haciéndolas crecer durante 13 mil
millones de años. Hace unos 10 mil millones de años el disco en espiral
de nuestra galaxia comenzó a formarse y a parecerse a lo que hoy
conocemos; Su crecimiento se hizo más lento debido a la adición de gas y
galaxias enanas.
El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para
otros 5.500 millones más. Nació a partir de nubes de gas y polvo que
contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas. Gracias a la
metalicidad de dicho gas, de su disco circumestelar surgieron más tarde
los planetas, asteroides y cometas del Sistema Solar.
La historia de la Tierra comprende 4.570 millones de años (Ma), desde su
formación a partir de la nebulosa protosolar. Ese tiempo es
aproximadamente un tercio del total transcurrido desde el Big Bang.
2) Hipótesis de la nebulosa primitiva o hipótesis nebular.
La nebulosa protosolar fue la nube de gas o disco de acrecimiento en la
que se formó el Sistema Solar. La hipótesis nebular fue propuesta en
1755 por el geógrafo y filósofo alemán Immanuel Kant quien hipotetizó
que la nebulosa solar rotaba lentamente en su origen. Esta nebulosa
solar se fue condensando al enfriarse y aplanando gradualmente por el
efecto combinado de las fuerzas de gravedad y centrípeta formando, con
el tiempo, la estrella central y los planetas. La hipótesis nebular se
basa en la observación de que todos los planetas orbitan alrededor del
Sol en el mismo sentido y sobre un mismo plano denominado eclíptica, con
ligeras inclinaciones con respecto a ésta. Además, el plano de la
eclíptica coincide de manera aproximada con el ecuador solar.
Durante el colapso de la nube de gas primordial, la energía gravitatoria
se convirtió en energía térmica, lo que provocó un aumento
extraordinario de la temperatura en el interior de la nebulosa. A estas
temperaturas, los granos de polvo se descompusieron en moléculas y
partículas atómicas. El periodo de contracción de la nube terminó con el
nacimiento del Sol. En ese momento la temperatura de la región en la
que ahora se encuentran los planetas telúricos (Mercurio, Venus, la
Tierra y Marte) descendió al terminar el calentamiento gravitaciones.
Esto provocó que las sustancias con puntos de fusión elevados se
condensaran en pequeñas partículas que comenzaron a unirse, formando
masas metálicas y rocosas compuesta de elementos como el hierro, el
níquel o el silicio que empezaron a colisionar entre sí formando cuerpos
de cada vez mayor tamaño y mayor fuerza de gravedad, lo que atraía a
las masas más pequeñas. De esta forma se formaron los planetesimales.
Cuando alcanzaron una medida aproximada de un kilómetro de diámetro, se
atrajeron unos a otros debido a su propia gravedad, ayudando a un
crecimiento mayor hasta la creación de protoplanetas, cuerpos de un
tamaño aproximado al de la Luna., y considerados como los embriones
planetarios.
Los planetesimales que han sobrevivido hasta nuestros días son muy
valiosos para la ciencia, ya que contienen información acerca del
nacimiento de nuestro Sistema Solar. Aunque su exterior haya estado
sujeto a una intensa radiación solar (lo que habría alterado su
composición), su interior contiene un material prístino, esencialmente
idéntico desde la propia formación del planetesimal. Esto convierte a
cada planetesimal en una "cápsula del tiempo", ya que su composición
podría contarnos mucho acerca de las condiciones de la nebulosa
protosolar.
3) Los protoplanetas y Theia.
De acuerdo con la teoría de formación de los planetas, cada protoplaneta
ve su órbita ligeramente perturbada por la interacción con otros
protoplanetas, hasta producirse nuevas colisiones entre ellos. Éstas se
producirían de un modo oligárquico, esto es, unos pocos cuerpos de mayor
tamaño irían gradualmente dominando el proceso de formación,
"limpiando" las proximidades de su órbita alrededor del centro del disco
de planetesimales más pequeños. Este proceso acumulado de impactos y
absorciones acabaría gradualmente formando los planetas telúricos. Los
científicos creen que Theia, un protoplaneta que compartía órbita con la
Tierra, colisionó contra nuestro planeta debido a las inestabilidades
gravitatorias provocadas por el aumento de masas de ambos cuerpos. En
este enlace
encontraréis un artículo que expone cómo se produjo esta colisión y
cómo se formó posteriormente la Luna como consecuencia de esta
catástrofe.
4) La diferenciación de la Tierra.
Una vez que nuestro planeta contaba con una masa aproximadamente
equivalente a la actual, hubo dos factores que la mantenían muy
caliente: el impacto a gran velocidad de los restos rocosos que
encontraba en su órbita, y la desintegración de los materiales
radiactivos. Durante este periodo de calentamiento intenso, la Tierra
alcanzó la temperatura suficiente como para que el hierro y el níquel se
fundieran, provocando gotas de metal pesado que se precipitaron hacia
el interior del planeta. Este proceso, que ocurrió en un tiempo
geológico relativamente rápido es el causante de la formación del núcleo
terrestre.
El primer periodo de calentamiento provocó otro proceso de
diferenciación química, a través del cual, la fusión formó masas
flotantes de roca fundida que ascendieron hacia la superficie, donde se
solidificaron y formaron la corteza primitiva. Estos materiales rocosos
poseían oxígeno, silicio, aluminio, y en menor proporción, calcio,
sodio, hierro, potasio, y magnesio. Este primer periodo de segregación
química estableció las tres divisiones básicas del interior de la
Tierra: el núcleo rico en hierro, una corteza primitiva muy delgada, y
la capa más gruesa del planeta, el manto, situado entre el núcleo y la
corteza.
Este periodo de diferenciación química permitió que grandes cantidades
de compuestos gaseosos se escaparan del interior de la Tierra para dar
lugar a la formación de la atmósfera.
La corteza primitiva desapareció con el tiempo, no quedando hoy en día
ningún resto para su estudio. Los científicos creen que la corteza
continental actual comenzó a formarse de manera gradual durante los
últimos 4.000 millones de años, dando finalmente a nuestro planeta su
forma actual a través de diversos fenómenos geológicos como la deriva
continental las grandes erupciones volcánicas y los terremotos.
Es posible que la tierra cuando despeja su orbita,por los ompactos con otros objetos, terminara con actividad de placas
ResponderEliminarNo, existen otras fuentes de energía interna, como son la existencia de elementos radiactivos o el propio calor generado por la formación del planeta que permanece durante miles de millones de años.
EliminarDe ser solamente los impactos los generadores de calor, otros cuerpos como la Luna, estarían más calientes.
Un saludo!
Genial resumen. Me parece muy claro y a la vez conciso, tratandose de una entrada de blog. Me inspiraré en él, el dia que tenga que explicarles a mis hijas la formación del universo y la tierra. (Aun no, tienen 3 años y 5 meses respectivamente, ;) Gracias y saludos!
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarUn saludo!