De todas las especies que han vivido en nuestro planeta, más del 99% están extinguidas. Pero si estudiamos cuando desaparecieron las diferentes especies, podemos comprobar que hubo ocasiones en las que la tasa de extinción aumentó de manera considerable en un corto periodo de tiempo. Los científicos conocen como extinciones masivas a estos periodos de grandes desapariciones.
Las extinciones masivas han influido profundamente en la historia de la vida terrestre. Ahora, muchos científicos creen que nos encontramos ante una nueva extinción masiva.
La extinción masiva más famosa es la que provocó el final de los dinosaurios y fue desencadenada por el impacto de un gran meteorito al final del periodo Cretácito. Sin embargo, las otras grandes extinciones tienen su origen en fenómenos originados totalmente en la Tierra. Y aunque son menos conocidas, su estudio puede arrojar pistas sobre lo que está ocurriendo en la actualidad.
1. El Ordovícico Tardío.
Esta antigua crisis se produjo hace unos 445 millones de años. La teoría defendida por autores como Ernesto Sartorius (2011) postula que la primera extinción masiva fue causada al inicio de una larga edad de hielo que afectó la mayoría de las zonas costeras donde vivían la mayoría de los organismos extintos. El supercontinente Gondwana se desplazó hacia el polo sur y sobre él se formaron enormes glaciares que hicieron bajar el nivel del mar en todo el mundo al congelarse el agua sobre tierra firme, si la congelación se produce sobre los océanos su nivel no varía. Esto causó cambios profundos en las corrientes marinas que afectaron la composición de nutrientes y la oxigenación de los mares. Las especies que sobrevivieron se adaptaron a las nuevas condiciones y a los nichos que dejaron las extintas. La segunda extinción masiva ocurrió al final de esta edad de hielo. El supercontinente se desplazó nuevamente hacia el ecuador, fundiendo los glaciales, alterando otra vez las corrientes marinas y volviendo a variar del nivel de los mares.
Esta extinción causó la desaparición de alrededor del 57% de los géneros marinos, incluyendo muchos trilobites, braquiópodos descascarados y conodontos de tipo anguila.