Aunque hay diversas clasificaciones, una de las más importantes es la que recoge los aspectos de composición y procedencia de los meteoritos. En esta división podemos encontrar:
1) Primitivos: es el material más primitivo de nuestro sistema solar (tienen varios miles de millones de años) que se han mantenido prácticamente inalteradas desde que se formaron, es decir, nunca han sufrido procesos de fusión o diferenciación. Se cree que se formaron por condensación directa de la nébula solar y a partir de ellas se formaron los cuerpos de nuestro sistema solar. Es decir, estos meteoritos son muchos más antiguos que las rocas que componen nuestro planeta, por lo que pueden darnos información sobre la composición y los procesos físico-químicos que se dieron en el Sistema Solar primitivo. Los meteoritos primitivos constituyen el 86% de los meteoritos encontrados.
En general, estos meteoritos se denominan condritas porque en su estructura encontramos mayoritariamente una amalgama de esférulas vítreas de naturaleza ígnea que se denominan cóndrulos.
Los procesos que calentaron los materiales primigenios para fundirlos y así crear los componentes de las condritas fueron muy variados y posiblemente fueron variando con el tiempo. Por un lado, el Sol recién nacido era fuente de intensos campos magnéticos, de un flujo continuo de partículas de radiación electromagnética muy energética.
Existen diferentes clases de condritas debido a que no todas ellas poseen materiales inalterados cuyos componentes sean completamente representativos de los materiales primigenios, pues buena parte de ellas sufrieron algún tipo de alteración en sus cuerpos progenitores.
-Las condritas ordinarias: son las condritas más comunes que han llegado hasta la Tierra. En su composición encontramos hierros y silicatos. Suelen proceder de asteroides pequeños y se clasifican por su composición proporcional de hierro.
-Las condritas de enstatita: meteoritos rocosos formados principalmente por un mineral denominado enstatita MgSiO3. No son muy abundantes, pero constituyen los minerales fósiles a partir de los cuales se formó la Tierra, ya que su composición es la más similar que existe entre los meteoritos a la de nuestro planeta. Por ello los científicos creen que una combinación de estos meteoritos dieron lugar, por agregación, a los embriones constitutivos de la Tierra. De esta teoría también se puede deducir su escaso número: tan sólo unos pocos bloques se habrían dispersado de la región de formación de los planetas terrestres hacia el cinturón principal y desde allí, nos llegarían a cuentagotas.